De manera inevitable, frente a los momentos difíciles como los que hemos vivido y estamos atravesando como población, nuestro bienestar emocional se ve comprometido. Si bien resulta natural y acorde al contexto vernos afectados por lo que está ocurriendo, debemos buscar realizar acciones para favorecer nuestro bienestar emocional, ya que las circunstancias tienen un impacto en este, pero es nuestra reacción ante las dificultades la que tiene la palabra final.
Por ello es importante reconocer dónde nos encontramos parados y, a partir de esto, decidir qué haremos: resignarnos y hundirnos en el sufrimiento o buscar disminuirlo, realizando acciones a favor de nuestro beneficio emocional para poder afrontar la situación y salir fortalecidos habiendo aprendido una nueva lección.
El bienestar emocional no solo hace referencia a “sentirnos bien”. Estar bien emocionalmente permite afrontar las adversidades adecuadamente, sentir menor agotamiento, desempeñarnos mejor en nuestras actividades y tener mayor autoconfianza, lo cual en tiempos difíciles resulta sumamente importante. Por otro lado, estar en un estado de constante estrés, ansiedad y/o tristeza, debilita nuestro sistema inmunológico y causa que nos sintamos agotados física y mentalmente, lo que nos lleva a percibir que no podemos lidiar con lo que está ocurriendo.
Pero, ¿cómo logramos lidiar con todo aquello que se encuentra fuera de nuestro control y que nos genera malestar? En primer lugar, debemos entender y aceptar que nunca podremos controlar todo lo que ocurre en nuestro ambiente, siempre habrá algo fuera de nuestro control. De igual manera, el sufrimiento es una parte inherente a la vida, por lo que en algún momento, como parte de nuestra condición humana, lo sentiremos. Sin embargo, esto no quiere decir que debamos hundirnos en este sufrimiento, sino por el contrario, debemos buscar realizar acciones que nos ayuden a regularnos para alcanzar un mayor bienestar emocional.
8 tips que favorecen nuestro bienestar emocional
- Abrirnos a la experiencia de sentir: Conectar con nuestras emociones y aceptarlas. Por más que estas no sean placenteras y no querramos reconocerlas, están ahí y al tratar de ocultarlas, en lugar de lidiar con ellas y permitir que su intensidad disminuya, estas continuarán creciendo en silencio hasta salir a la superficie con mayor fuerza.
- Ser compasivos con nosotros mismos: Es importante entender que no somos “débiles” por no encontrarnos bien; en ocasiones somos muy duros con nosotros mismos y esto incrementa nuestro malestar generándonos culpa. Para evitarlo, puedes buscar decirte lo que le dirías a algún amigo o familiar que se encuentre en tu situación.
- Llevar un estilo de vida saludable: Si bien la mayoría sabemos la importancia de comer y dormir bien y de hacer ejercicio, algunas veces lo dejamos de lado al tener otras prioridades y, por ende, falta de tiempo. Sin embargo, tener hábitos saludables no solo beneficia a nuestra salud física, sino que también tiene un impacto directo en nuestra salud mental. Por ello debemos procurar adoptar un estilo de vida que sea lo más saludable posible, siempre buscando ser flexibles y encontrar un balance. A veces solo basta con organizar mejor nuestros horarios y rutina diaria.
- Pasar tiempo con nuestros seres queridos: Esto nos ayuda a cambiar nuestro foco de atención hacia nuestros problemas, ayudándonos a “salir de nosotros mismos” para enfocarnos en la situación que estamos viviendo y por ende disminuir la posibilidad de pensar y crear un sufrimiento innecesario. Además, pasar tiempo de calidad con nuestras personas queridas (sea cara a cara o a través de una pantalla) nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.
- Exteriorizar nuestra experiencia: Expresarle a personas cercanas cómo nos sentimos no solo nos ayuda a desahogarnos, sino que nos permite darnos cuenta de que muchas veces no somos los únicos que estamos teniendo alguna dificultad, lo cual nos brinda cierta tranquilidad. Sin embargo, esta no es la única forma de hacerlo, también puedes escribir lo que te está ocurriendo y cómo te sientes frente a eso; así puedes tener una visión más realista y ordenada del problema que está en tu cabeza. De igual manera, puedes plasmar esta situación a través de dibujos, pintando o de la música.
- Invertir tiempo en nosotros: Tener un espacio para nosotros nunca debe ser visto como un capricho egoísta, sino como algo necesario. Erróneamente algunos ven el hecho de ver una película o practicar un hobby como algo frívolo y que no debería estar en nuestra lista de prioridades, sobre todo cuando como padres creemos que este tiempo podría ser invertido en beneficio de los hijos. Sin embargo, no darnos un momento de relajo y de hacer algo que nos agrada, aunque sea por algunos minutos al día, puede generar agotamiento y carga emocional, lo que va dificultar nuestro desempeño en nuestras actividades diarias y perjudicar nuestras relaciones. Así como buscamos hacerlo con nuestros seres queridos, también debemos pasar tiempo de calidad a solas, ya que nuestra relación con nosotros mismos impacta en todas nuestras otras relaciones, siendo clave cuidarla, para sentirnos bien internamente y reflejarlo a la hora de interactuar con otros.
- Agradecer: Si bien en tiempos difíciles lo más llamativo es lo negativo de la situación, siempre habrá algo por reconocer y apreciar de nuestra vida, lo cual nos permitirá darnos cuenta de que a pesar del malestar que nos puede causar esta situación, tenemos algo que valorar.
- Meditar o pintar mandalas: Esto nos permite centrarnos en el aquí y ahora, requiriendo cierto grado de concentración que nos mantendrá alejados de nuestras preocupaciones, ayudándonos a relajarnos y, de esta manera, vamos a poder lidiar con nuestras emociones más fácilmente.
De igual manera, es importante tener presente que todos somos diferentes y, por ende, lo que le funciona a uno no necesariamente le funciona al otro. Entonces, hay que buscar actividades que se adapten a nuestro estilo de vida, pensando de manera realista cuáles podremos incorporar a nuestra rutina para favorecer nuestro estado emocional. Además, debemos ser conscientes de que llevar a cabo estas actividades depende de nosotros, por lo que se requiere compromiso, esfuerzo y disciplina. Seamos conscientes de que trae como recompensa un mayor nivel de satisfacción con la vida en general, una visión más positiva del presente y futuro, y un beneficio en nuestras relaciones.
Luego de leer esto, te invitamos a preguntarte: ¿estoy haciendo algo en beneficio de mi bienestar emocional? Si no es así, ¿qué puedo hacer?
Referencias
Curry, N. A., & Kasser, T. (2005). Can coloring mandalas reduce anxiety?. Art Therapy, 22(2), 81-85
Mental Health America. (2020). Deal Better With Hard Times.
Robinson, L. & Smith, M. (2020). Surviving Tough Times by Building Resilience. Help Guide Organization.
Maya Sordo – Practicante
Edición y corrección: XMM