“El vínculo afectivo es un lazo de amor, empatía y cuidado mutuo que une a las personas entre sí. Es un sentimiento amoroso que proporciona bienestar y seguridad y es la base y el motor del desarrollo de los seres humanos.” (CINDE – Centro internacional de educación y desarrollo humano)
Los factores más importantes a considerar al hablar de vínculo en la educación son el estudiante, el maestro y la familia.
El arte de enseñar no sería posible sin la relación que se genera entre el estudiante y el maestro. Al crear lazos entre ellos, el conocimiento que el estudiante va construyendo es más significativo y deja en él una huella imborrable en el tiempo. Este vínculo no siempre es fácil de crear puesto que las relaciones interpersonales entre seres humanos son muy variadas. En educación, este vínculo es muy importante para el bienestar y desarrollo de los estudiantes, dado que al educar se abarca tanto el aspecto emocional como el espiritual y no solo el intelectual, que es al que se le da generalmente todo el peso del aprendizaje.
El vínculo entre maestro y estudiante se construye con plena disposición de ambas partes y mediante acciones cotidianas de una forma paulatina y progresiva. En las actividades que se realizan cada día en clase se van conociendo entre sí, aprenden sobre las diferentes características de cada uno y descubren las habilidades que ambos tienen.
Cuando se inicia un año escolar, luego de un periodo de adaptación, se crea una relación en la que hay un propósito de por medio: la enseñanza– aprendizaje. Esta es la clave para favorecer el logro de la meta del estudiante, los maestros y las familias. Los maestros deben asumir con responsabilidad la conexión con sus estudiantes y ser un referente para sus vidas. Se debe tener en cuenta que cada ser humano es único y especial, siendo cada uno, un universo con mucho por descubrir. No hay dos seres humanos iguales, por lo que es muy importante la atención y percepción del maestro en este aspecto.
La magia del éxito al crear un vínculo está en la empatía que se tiene al lograr ponerse en el lugar del estudiante con afecto y buena disposición. El maestro ha de proponerse el querer a todos los estudiantes según quiénes son, y aprender cuál es la manera en la que cada uno aprende. Además, ver el potencial que tienen de acuerdo a sus capacidades, bondades y habilidades, así como las posibilidades que van demostrando en el proceso según el contexto en el que viven. Para esto, es fundamental conocer y tener un buen vínculo también con la familia. A través de esta relación se puede entender y conocer más de cada uno, ya sea en cuanto a las necesidades o carencias que puedan tener.
Con los años de experiencia, un maestro va aprendiendo que lo básico es la adaptación y el desarrollo del vínculo con sus estudiantes. Así, cualquier curso, materia o proyecto será una creación con intención, la cual dejará una huella que dará seguridad, optimismo y servirá como una guía para el resto de su vida. Es difícil conseguir un aprendizaje significativo si de por medio no hay cariño y valoración. En los estudiantes de los primeros años de colegio es aún más importante crear lazos como base del aprendizaje. Si un niño se siente seguro, aceptado, querido y en confianza, podrá desarrollarse de mejor manera, así como estar abierto y motivado para aprender.
El mundo entero se vio afectado por la pandemia hace más de un año; esto trajo para todos el reto de aprender a relacionarse o crear vínculos entre las personas a través de la virtualidad. De una manera u otra, todos han tenido que desarrollar habilidades de diferentes formas, tales como la adaptabilidad, paciencia, constancia, empatía, resiliencia, etc.
El reto ha sido aún mayor en la educación, ya que crear lazos a través de una pantalla se veía imposible e inalcanzable. Con el compromiso y la constancia, además de todos los nuevos recursos que existen, los maestros, las familias y los estudiantes han podido confirmar que esto es posible. Aunque la virtualidad no sustituye la presencialidad, se ha podido avanzar gracias a que cada uno de los participantes en este proceso se ha mantenido perseverante y esperanzado. Ha sido difícil, pero no imposible. Tengamos presente que se trata de conectar, de crear lazos de acuerdo con cada personalidad y de tomar en cuenta los intereses de cada estudiante.
Un profesor debe conocer especialmente y con detalle, a cada uno de sus estudiantes; qué les gusta, cómo va el proceso de aprendizaje, cómo se va expresando, y poner así las metas claras y altas para que cada uno alcance la excelencia, no sólo académica, sino que logren brillar con luz propia y tener éxito en todos los ámbitos de su vida.
Daniella Broggi Zarzar
Tutora de Kinder
Referencias:
- CINDE – Centro internacional de educación y desarrollo humano
- https://www.aepap.org/sites/default/files/aepap2008_libro_299-310_vinculo.pdf
- https://languages.oup.com/google-dictionary-es/
Edición y corrección: XMM