En 1920, Carl Jung, reconocido psiquiatra y psicólogo suizo, mencionó por primera vez los términos de extroversión e introversión. Ambas son palabras muy usadas hasta el día de hoy, por muchos de nosotros, para describir la personalidad de una persona. Por lo tanto, al ser términos muy utilizados, es importante conocer un poco más sobre cada uno de ellos para así comprender mejor algunos rasgos de la personalidad de nuestros niños y también eliminar ciertos mitos.
Según Jung, la introversión y la extroversión pueden ser descritas como dos fuerzas opuestas dentro de un individuo (Helgoe, 2008). Esto quiere decir que de alguna manera una persona utiliza elementos de introversión como de extroversión durante su vida. Sin embargo, uno de ellos será más dominante y se refleja en cómo interactúa o convive con su ambiente y consigo mismo.
¿Cómo definimos extroversión e introversión?
La extroversión es la tendencia a usar nuestra energía para centrarnos en el mundo exterior. Esto quiere decir que existirá interés por externalizar y manejar las problemáticas interactuando (Helgoe, 2008). Por tal motivo, habrá mayor búsqueda de contacto e influencia del ambiente. Sin embargo, una extroversión saludable también tratará de conseguir un espacio para el autoconocimiento y reflexión. Entre las cualidades de las personas donde la extroversión predomina están las habilidades para comunicarse con los demás y trabajar en equipo (Petric, 2019).
La introversión es la tendencia a usar nuestra energía para centrarnos en el mundo interior. Es decir, existe un interés que se dirige hacia adentro (Petric, 2019). Se interiorizan las situaciones o problemáticas para trabajarlas desde ahí (Helgoe, 2008). Una introversión saludable también buscará momentos para compartir, con el mundo exterior, emociones y pensamientos. Entre las cualidades de las personas donde predomina la introversión está la gran capacidad para reflexionar y realizar sus actividades de manera independiente. Asimismo, suelen disfrutar su tiempo a solas (Petric, 2019).
¿Ser tímido es igual a ser introvertido?
No. Una persona con timidez vivirá un sentimiento de malestar en situaciones interpersonales, lo cual interfiere en diferentes grados con sus objetivos afectivos o profesionales. Se encontrará preocupado(a) por sus reacciones y pensamientos (Varela, 2015). Sin embargo, la introversión es una preferencia a tener momentos de silencio, tranquilidad y soledad. No implica sentir miedo o ansiedad. Por ello, tanto una persona con tendencia a la introversión como a la extroversión puede llegar a sentir timidez en alguna situación social o en algún momento de su vida.
¿Por qué es importante reconocer la extroversión e introversión en nuestros niños?
En conclusión, esta teoría propuesta por Jung, sobre la introversión-extroversión, nos ayuda a comprender nuestras tendencias naturales y así poder conocernos mejor. Sin embargo, como se acaba de mencionar, son tendencias. Ninguna es mejor que la otra. Por lo tanto, es importante reconocerlas en nuestros niños y más allá de cambiarlos de bando, es decir, tratar de que un niño con tendencias a la introversión cambie a la extroversión, se recomienda optar por el equilibrio. Sin embargo, como menciona Helgoe (2008), este equilibrio solo llegará a nuestra sociedad cuando seamos capaces de respetar la introversión en todos nosotros. Es posible ayudar a flexibilizar ciertas conductas en beneficio del bienestar del niño. No obstante, el bienestar existirá siempre y cuando haya una congruencia y fidelidad con uno mismo.
Bibliografía
Helgoe, L. (2008). Introvert Power: why your inner life is your hidden strength. Illinois: Sourcebooks
Petric, D. (September, 2019). Introvert, Extrovert and Ambivert. doi: 10.13140/RG.2.2.28059.41764.
Varela, P (2015). Qué es la timidez. Tímidamente – Cómo superar los problemas de timidez (17-37). Editorial El Ateneo. Recuperado de https://editorialelateneo.com.ar/descargas/TIMIDA-MENTE%20(1er%20cap).pdf
Departamento Psicopedagógico
Laura Zavaleta – Practicante